La paradoja que el psicoanalisis desvela es que algunos sujetos caen en una depresion no cuando algo les ha sido negado, sino justamente cuando les ha sido concedido. Freud establece allı una relacion causal: se hunde en la melancolıa porque triunfo, se deprime porque tuvo exito . La ausencia de una concepcion del aparato psıquico hace en estos casos que la depresion, inexplicable entonces, sea atribuida a causas endogenas, lo cual equivale a decir que no se entiende nada, y se va a buscar rapidamente alguna molecula o algun gen que en su perturbacion fuesen la causa del desvarıo para combatirla despues con farmacos que terminan por crear un problema mucho mayor que el que intentan resolver.
Y sin embargo, sucede: existen los que fracasan al triunfar, y, dice Freud, son un tipo de caracter . Podemos preguntarnos por que Freud los situa entre los de excepcion, y los delincuentes por sentimiento de culpabilidad, para abrir dos vıas de reflexion distintas. En la primera exploraremos dos similitudes que podran llevarnos a una comunidad: la excepcionalidad del caracter de excepcion, el “a mı la ley no se me aplica, estoy eximido con justicia de ella”, se corresponderıa a un cierto engano en que parece conseguir mantener el yo al super-yo del que fracasa con exito. No es nada raro que el yo tolere un deseo mientras solo existe en calidad de fantasıa, oponiendose, en cambio, decididamente a el en cuanto se acerca a su cumplimiento y amenaza convertirse en realidad. Es como si el yo del que fracasa al triunfar tranquilizase a su super-yo diciendole: “no hay que preocuparse, no es necesario que se me aplique ninguna ley ni prohibicion alguna, pues aquello que deseo no es mas que una fantasıa”
Sigmund Freud.